¿Cómo ven el mundo los escritores? ¿Acaso existe una mirada singular en quienes tienen el don de la palabra? ¿Qué pasa cuando esa sensibilidad trastoca la realidad hacia la invención, hacia el absurdo? Esta antología reúne a quince narradores y ensayistas que muestran cómo es ver la vida a través de la lente de los maniáticos. «Me reí solo cuando se me ocurrió la idea de un libro que titularía Mis teorías conspirativas», dejó escrito Édouard Levé. Dividido en tres capítulos «Teorías», «Manías» e «Idiosincrasias», este libro de Gris Tormenta, inspirado en aquel imaginario de Levé, presenta soliloquios de la mente del escritor: ideas, convicciones y paranoias que, al escribirlas, se envuelven de un humor (a veces involuntario) característico de los obsesivos, los maniáticos y los raros. Aparecen así una serie de textos que bien podrían ser teorías conspirativas personales: autores que consumen desmesuradamente ansiolíticos, cigarros, drogas, libros; que tienen cruzadas personales contra el patriotismo, la contaminación, la normatividad o cualquier statu quo que los rodea y que agradecen y desprecian la vida de escritor en partes iguales, esa mala estrella de los descabellados que a los lectores nos engancha, también alocadamente, a los libros.