Introducción
Parte I.
Capítulo 1. La Revolución mexicana, por Carlos Guevara
Capítulo 2. La Revolución boliviana, por Juan Luis Hernández
Capítulo 3. La Revolución cubana, por Gustavo Guevara
Capítulo 4. La Revolución sandinista, por Paula D. Fernández Hellmund
Parte II.
Capítulo 5. El cardenismo. Último coletazo del radicalismo revolucionario en México, por Hernán Bransboin
Capítulo 6. Revolución y contrarrevolución en Guatemala (1944-1954), por Gustavo Guevara
Capítulo 7. Chile. Ascenso y caída de la Unidad Popular, por María Marta Aversa
Capítulo 8. Perú. El Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada (1968-1980), por Juan Luis Hernández
Parte III.
Capítulo 9. Campesinado o campesinos en América Latina, por Romina Zirino
Capítulo 10. La condición del indio durante el siglo XX peruano, por Ariel Salcito
Capítulo 11. Cuba. El gran debate de los 60, por Juan Luis Hernández
Capítulo 12. La Asamblea Popular boliviana (1969-1971), por Juan Luis Hernández
Capítulo 13. El poder popular en Chile (1970-1973), por Yolanda Raquel Colom
Capítulo 14. Contrarrevolución en el Cono Sur. El ciclo de dictaduras de seguridad nacional (1964-1990), por Melisa SlatmanFuente: Pacarina del Sur - http://pacarinadelsur.com/nuestra-america/senas-y-resenas/1603-sobre-las-revoluciones-latinoamericanas-del-siglo-xx - Prohibida su reproducción sin citar el origen.
¿Qué debemos entender por Revolución? No existe una respuesta unívoca. Si nos remontamos a la historia del concepto, en la segunda mitad del siglo XVI comienza a difundirse la acepción proveniente del campo de la Astronomía, a partir de la obra de Nicolás Copérnico, De revolutionibus orbium coelestium (1543). Revolución indica el giro completo de un cuerpo celeste alrededor de un cuerpo celeste alrededor de un centro. Es decir, designa a un movimiento regular gobernado por leyes ajenas a la voluntad del hombre, por lo tanto irresistibles, describiendo una órbita en la cual siempre se vuelve al punto de partida. Con esta connotación fue introducida por Tomas Hobbes al lenguaje político, al describir la terminación de la gran revolución inglesa de 1640-1660. En la noche del 14 de julio de 1789 en París, se fecha el inicio de la mutación semántica del concepto. El rey Luis XVI pregunta si la toma de la Bastilla se trata de una revuelta, para recibir como respuesta de La Rochefoucauld-Liancourt: No, Señor, esto es una Revolución. La idea que es posible el fin del orden antiguo y que el curso de la historia comience súbitamente otra vez se torna dominante, aunque el propio Marx no dejara de advertir la inconveniencia de una separación mecánica y rígida entre pasado y futuro, entre realidad e idealidad, entre historia y porvenir; pronunciándose por el carácter transformador de la práctica revolucionaria en tanto praxis humana.Fuente: Pacarina del Sur - http://pacarinadelsur.com/nuestra-america/senas-y-resenas/1603-sobre-las-revoluciones-latinoamericanas-del-siglo-xx - Prohibida su reproducción sin citar el origen.