El lugar inicial de esta investigación comenzó lejos pero cerca de los resultados que se presentan en este escrito. Cerca, pues la producción visual y experiencia de las artistas feministas pretendían ser parte de la argumentación que respaldase el trabajo entorno a la construcción de una metonimia que habla del cinturón de castidad como una prótesis de censura y autocensura en las mentalidades de las mujeres latinoamericanas. Y lejos, ya que ese punto de partida, fue rechazado como proyecto de tesis y espera en tintero para un futuro doctorado. Finalmente, el cambio de tema significó dar vuelta lo que pensaba ser la justificación a la propuesta teórica estética y visual que desarrollamos hoy con el colectivo de arte Malignas Influencias , integrado por la fotógrafa Zaida González, la escultora Jessica Torres y la bailarina y coreógrafa Paula Moraga.