El concepto de mercado tal como se forma en el siglo XVIII no define solamente un modo de regulación de la economía. Tienen sobre todo una dimensión sociológica y política. La sociedad de mercado remite a la perspectiva de una sociedad civil autorregulada, dado que supone que la confrontación de intereses conduce a una ?armonía? que ni la política ni la moral sabían realizar. Se opone así a las teorías del contrato social que implican una organización voluntarista del lazo social. De allí la noción de capitalismo utópico . Desde hace dos siglos, este último no ha dejado de constituir a la vez la tentación y una ilusión: sustituir el cara a cara de los individuos y el debate de los ciudadanos por el reino de los procedimientos anónimos e impersonales. Al volver a trazar de manera amplia la historia de la idea de mercado (fue el primero en emplear la expresión ?sociedad de mercado?), Pierre Rosanvallon esclarece de un nueva manera todos los debates contemporáneos sobre el liberalismo y su crítica.