Con una perspectiva novedosa que contradice la lectura de la violencia únicamente a partir de nociones empíricas o psicológicas, Miriam Jerade hace una reflexión desde la articulación de los presupuestos que fueron nucleares para la deconstrucción. Violencia muestra la manera en que Derrida transformó dicha noción, como violencia del origen y del suplemento en las primeras obras, hacia una violencia performativa que estaría en el origen de la ley, de las instituciones y del ejercicio de la soberanía momentos cuya conjugación Jerade muestra en la crítica al archivo. Partiendo de la idea del giro performativo y de la crítica de la teoría de los actos del habla, este libro nos invita a pensar en la agencia del lenguaje que habita no solo en toda violencia sino en cualquier contraviolencia; una violencia que instala la desconfianza hacia nuestro propio pensar.