Podría sostenerse quizá que esta obra de Aimé Césaire es una adaptación/reescritura de The Tempest. Con disimetrías, desde ya, dado que se trata de un drama de la América Latina colonial/esclavista. Sin embargo, si lo pensamos mejor veremos que no hay aquí ni adaptación ni reescritura, sino apropiación violenta y consciente, plena, de la palabra del otro, un otro inscripto dentro de los márgenes de un sistema colonial/esclavista clásico: William Shakespeare. Palabra cuya apropiación no es ciega, sino crítica; que se explaya sobre el signo de la relación colonial a través de personajes que representan, más allá de toda determinación geográfica y temporal, al colonizado y el colonizante, y en la sincronía- la relación que se establece entre ambos. Una tempestad es dramaturgia anticolonialista. De la mejor.
Nacido el 25 de junio de 1913 en Basse-Pointe (Martinica), Aimé Césaire estudió en Francia. Poeta, dramaturgo y político, desempeñó un rol importante en la concientización de los actores políticos y culturales de la descolonización. Fundador, en 1939, de la revista Tropiques, elaboró y definió -junto con Léopold Sédar Senghor- la noción de "negritud". En 1956, luego de romper relaciones con el Partido Comunista francés, creó el Partido Progresista martiniqueño. Diputado de Martinica hasta el año 1993, Aimé Césaire se desempeñó como diputado-alcalde de Fort-de-France entre 1945 y 2001. Murió el 17 de abril de 2008 en Fort-de-France.