En el libro se analiza e interpreta el sentido de las acciones de las mujeres neogranadinas, tanto de las élites como del común, en su diversidad, desde finales de la Colonia (1790), hasta los primeros años de la República (1830). Asimismo, visibiliza y determina las distintas formas de participación de las mujeres en los espacios públicos en la década de 1810, identificando cómo se introdujo en su práctica el discurso revolucionario de la época, cuando tanto las mujeres como los hombres dejaron de ser vasallos de un rey, otorgándoles igual atención a las mujeres realistas como a las patriotas. Los resultados muestran que las mujeres se involucraron en los procesos y dinámicas sociales de su tiempo, haciendo gala de capacidad de argumentación y agenciando prácticas asumidas como exclusivamente masculinas. No obstante la ampliada presencia de las mujeres en el manejo económico y de la política en la década de 1810, las disposiciones legales de la Constitución de 1821 rompieron con el horizonte de expectativas que bajo la promesa de inclusión para todos les había ampliado los espacios de experiencia en la década anterior. Años en los cuales mujeres y hombres utilizaron el lenguaje que buscaba definir las expectativas sociopolíticas de la nueva república. La década de 1820 no fue un camino ascendente de participación y de progreso. El declive del reconocimiento a las mujeres después de los años de más fuerte participación muestra que la historia política de las mujeres no fue una línea progresiva ascendente, sino que quedaron invisibilizadas por la ley y relegadas al olvido. Para esta investigación se realizó una importante recuperación de fuentes en archivos nacionales y extranjeros. Particularmente, en los fondos del Archivo General de Indias en Sevilla, serie documental que contiene el Archivo de la Gobernación de Cartagena, entre 1815 y 1821. 10