En estas crónicas, Mariano del Cueto deja lucir su amplia experiencia en el oficio de narrar. Mientras recorre con admiración y asombro los lugares emblemáticos y significativos para él como escritor, describe la violencia latente, producto de un arraigado nacionalismo: un fantasma que recorre Europa pero en este país tiene matices particulares. Entre la ternura y la violencia que marcan su recorrido, el autor indaga en su propia identidad y recorre lazos familiares que lo conectan al territorio que habita temporalmente.