Una joven cree haber quedado ciega como castigo por su primer beso. Una madre jura que sus bebés son remplazados al nacer. Una familia sufre una rara maldición que le impide dormir. En neurología, la enfermedad suele estar ligada al relato: las pistas para desentrañar estos misterios se esconden tanto en los detalles de la historia del paciente como en lo que su propio cuerpo nos revela. Los relatos están grabados en la estructura misma del cerebro, tanto que el impulso de narrar sobrevive, e incluso se intensifica, tras las lesiones más devastadoras. Pero las historias que el cerebro inventa también están moldeadas por narrativas culturales sobre el cuerpo y la enfermedad, que impregnan por igual la mente de médicos y pacientes. En la práctica de la medicina, algunas historias se escuchan, mientras que otras las de mujeres, las de personas racializadas o desposeídas son, con frecuencia, desestimadas.En La mente eléctrica, la neuróloga Pria Anand comparte sus vivencias como médica, madre y paciente, para explorar las formas más extrañas en que nuestros cerebros pueden extraviarse. A través de estas historias, Anand demuestra una y otra vez el paradójico corazón de la neurología: que incluso los síntomas más desconcertantes pueden enseñarnos algo universal sobre lo que significa ser humano.