En la década de 1980, debido a la reestructuración del sistema capitalista mundial, emergió un espacio global para la expansión del capital transnacional en los estados fronterizos de Estados Unidos y México, donde se relocalizaron industrias como la automotriz y se crearon nuevos complejos industriales. Este mapa económico también incluyo a los estados de las costas de la Unión Americana, conformando un perímetro denominado Gun Belt. Este proceso fue acompañado de una escalada de militarización y securitización de la frontera de Estados Unidos con México, justifica por políticas de Estado para detener y controlar la inmigración indocumentada, el narcotráfico y el posible cruce de terroristas, lo que ha generado complejos industriales alrededor de ellos.