Sin la revolución haitiana no se entiende qué es la "modernidad". No se pueden captar a fondo sus contradicciones y complejidades. Pero la desgarrada historia de Haití, de modo privilegiado, muestra bien otra cosa: una contra-modernidad, que es de hecho una crítica (etimológicamente, una puesta en crisis) de las pretensiones falsamente "totalizadoras" de la modernidad euro/etnocéntrica. Una crítica hecha desde adentro de la modernidad misma, pero que pone al desnudo sus contradicciones insalvables, sus conflictos trágicos.
Del Estudio Preliminar de Eduardo Grüner