Estamos en pandemia, y los cuerpos se encuentran comprometidos. Escrituras del cuerpo en tiempos de pandemia. Presentaciones corporales y emocionales en la clínica psicomotriz, el nuevo libro de Patricia Pereyra, se propone profundizar y darnos herramientas frente a su original concepto: el cuerpocosa. ¿Pero de qué cuerpo hablamos?
El cuerpo del terapeuta también forma parte de la escena. Nuestro paciente llega al consultorio, se manifiesta, es singular, pero de seguro no se relaciona con todas las personas igual. El vínculo tiene que ver con una forma de ser, con el afecto y también con el cuerpo como envoltorio de todo aquello. En el encuentro de ambas partes es donde se construye el vínculo y es una relación única, nos dice Romina Arrigo desde el primer prólogo.
Un libro tramado desde los encuentros virtuales que fueron aconteciendo en estos meses, pero también desde las vicisitudes de la investigación que el recorrido del cuerpocosa nos fue legando. Por eso, en el segundo prólogo Federico Ingaramo nos aclara: una de las riquezas del planteo del presente libro, aparece en la potencia de dialogar con una coyuntura histórica donde lo pandémico, el aislamiento, el distanciamiento y, en definitiva, el riesgo de un otro, nos desafía a su cuidado y a pensar las presentaciones corporales y emocionales desde otros bordes: bordes que permitan otros tipos de entramados, bordes que contengan otras ficciones para metabolizar la realidad en forma singular y colectiva, bordes que enlacen y permitan generar nuevas historias: bordes como invenciones e intervenciones para des-confinar los cuerpos.