No sólo los locos desobedecen, rechazando una verdad racional. La anarqueología es una actitud anarquista, que consiste en no inclinarse ante algunas de las verdades científicas de las ciencias humanas. Las verdades -defiende Foucault, siguiendo la senda de Nietzsche- son creaciones históricas, resultantes de los acuerdos entre determinados juegos del lenguaje y determinadas prácticas humanas. En el proceso de constitución de nosotros mismos, establecemos una relación de mayor o menor aceptación/rechazo y obediencia/desobediencia con las verdades que nos hablan de lo que somos, de lo que hemos dejado de ser, de lo que devenimos.