Un libro que se abre como una grieta.
En Socavón, Elian Chali escribe desde el cuerpo, el arte y la calle para desarmar identidades fijas y certezas estéticas. No hay géneros ni géneros literarios: hay movimiento, mezcla, preguntas.
Una escritura que se hunde, que se desdibuja para abrir un espacio donde pensar con otros, moverse con otros, escribir desde la experiencia como desplazamiento.
Ideal para quienes buscan textos fronterizos entre el ensayo, la poesía y la política del cuerpo.
Un socavón es un hundimiento de la tierra que tiene bordes poco definidos y siempre amenaza con crecer. No es un lugar, es un accidente, algo que no ofrece muchas certezas. Entrar  Socavón es ser parte de él, es una atmósfera que se habita al enterarse de la realidad y andar a tientas. Una vez allí, tenemos que acudir al tacto, a la escucha y al olfato, reconocer nuestros vicios posturales, aflojar las articulaciones, aplacar dolores y ablandar músculos.
Solemos pensar que escribir es marcar limites con las palabras, pero estas páginas fueron escritas para borrarlos. La escritura como modo de socavar todas esas condiciones irrefutables y reconocer lo que afecta y modifica el suelo que pisamos.