Este libro interpreta las presencias actuales de los pueblos indígenas en contextos neocoloniales, como el resultado de complejos y polifacéticos procesos de aceptación/rechazo de los modelos impuestos o que se pretenden imponer desde lo hegemónico. Como producto de investigaciones fundadas en el trabajo etnográfico se presentan situaciones particulares referidas tanto al pueblo toba, como al mapuche, al huarpe y al mbya guaraní en dimensiones tan diversas como el turismo, el mestizaje, el territorio, la memoria, la salud y la educación.