SANTIAGO MORALES Y GABRIELA MAGISTRIS (COMP)
Pensar la niñez en movimiento implica entonces un desafío político creativo y heroico. Significa la apuesta por contribuir a la emergencia de unas ideas otras, un pensamiento niño, una reinvención niña y una acción revolucionaria desde las nuevas generaciones hacia una emancipación en sentido integral. El sistema adultocéntrico que se sostiene a base de violencias adultistas dirigidas de arriba hacia abajo -y sobre el que estaremos reflexionando en los distintos capítulos- anula a tal punto el aporte novedoso que traen lxs recién llegadxs al mundo, que sólo el hecho de apreciarlo, ya es en sí un acto revolucionario.