En esta obra, Guerra afirma que es inevitable planear la filiacion entre Revolucion hispanica y Revolucion francesa --separadas en el tiempo tan solo por 20 anos-- o el parentesco entre las dos, pues el movimiento frances no solo trastoco el equilibrio politico de Europa sino que fue un fenomeno de alcances sociales, politicos y culturales que domino --ya como prototipo, ya como objeto de rechazo-- todo el debate politico del Viejo Mundo.