En la sociedad aún existe la idea de que la madre hace todo bien, convirtiendo en tabú contar historias
de maltrato o de abandono. Es hora de romper estos estereotipos y discutirlos, para identificar y sanar la
herida que nos dejó.
Las madres marcan nuestro desarrollo emocional mientras crecemos, dejando huellas inconscientes que a veces son
difíciles de reconocer, pero que muchas veces nos siguen en todas las relaciones que intentamos forjar. Es una programación que nos causa problemas que no entendemos, como culpas, inseguridades, miedos y ansiedades.
Para llegar al fondo de esto, hablaremos de cada tipo de madre tóxica, cuáles son las consecuencias que dejan en nuestro interior sus acciones y cómo podemos trabajarlas, no para que ella cambie y nos pida disculpas, sino para que aceptemos cómo es dejando ir la imagen de la madre perfecta y empecemos a trabajar en nuestro interior, ya que ahí es donde empieza el viaje de sanación.