El 1o de Julio de 2018 ya forma parte de la historia
política contemporánea de México, ese día se gestó uno de los hitos más importantes en nuestro país: la izquierda partidista de nuestro país logró un triunfo aplastante en contra del PRI-PAN-PRD, partidos políticos que ya habían agotado sus discursos y sus formas de hacer política a nivel nacional, armonizados con la doctrina neoliberal impuesta desde los años 90 del siglo XX. Después de dos elecciones presidenciales fraudulentas, 2006 y 2012, cuando el amasiato PRI-PAN fue evidente -aunque tras bambalinas desde 1998 conla aprobación camaral del Fobaproa-, en 2018 se obtuvo el triunfo para la Presidencia de la República y mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores (respectivamente: 62% y 57.8% en el periodo 2018-2021; 55.2% y 56.25% para 2021-2024); lo anterior con alianzas entre partidos afines o medianamente afines, Morena-PT-Partido Verde, e inclusive haciendo acopio de alianzas políticamente contradictorias que aumentaran el número de votos.