Como plantea Marshall Sahllins en algún punto, este libro es la aclaración de 'un gran error' que afecta a toda la historia occidental: la separación entre naturaleza y cultura, que ha condicionado nuestra idea del mundo, de la humanidad y nuestros modelos de sociedad. La coartada sobre la 'naturaleza animal' del ser humano, ha servido para establecer formas de gobierno o jerarquías sociales que han justificado el miedo y la violencia como base de los sistemas de gobierno, o las segregaciones mujer/hombre o sociedad civilizada/sociedad salvaje. Pero, si durante siglos la filosofía y las ciencias sociales han sostenido la idea de una maldad humana esencial (o su contrario: el buen salvaje rusoniano), eso ha sufrido un giro. El egoismo innato que antes había que embridar, se considera hoy como algo bueno por ser 'natural': la naturaleza humana justifica así la individualidad neoliberal.