En una obra tan veraz como colorida, el autor reconstruye un episodio poco y mal conocido de la historia mexicana: la rebelión de los descendientes de los antiguos mayas contra sus dominadores seculares, iniciada en la mitad del siglo XIX en la península de Yucatán. Según The American Historical Review, se trata no sólo de una bella relación de la llamada guerra de castas, sino también del primer análisis penetrante de los sistemas social y económico de Yucatán en los siglos XIX y XX.