Se exponen los rasgos sobresalientes de la utopía del general Cárdenas con relación al ejido colectivo que él pretendió convertir en eje central del desarrollo agrícola y pecuario. Se hace una amplia descripción del medio rural mexicano y se describen algunos de los repartos de tierra más significativos del período. También se analiza la importancia otorgada por el gobierno cardenista a la enseñanza rural y a la política indigenista.