El incontestable cambio climático y sus desastrosas repercusiones, incluida la desaparición de una inmensa cantidad de especies; la fobia del ser humano a reproducirse en los países más industrializados; la inteligencia artificial; la cacería indiscriminada de animales protegidos; la contaminación y el abuso de los recursos naturales, así como las crisis económicas a escala global, hacen pensar que el mundo tal y como lo conocemos corre un peligro inminente. Estos son algunos asuntos cruciales para nuestra sobrevivencia y que el número de noviembre aborda. El dossier hace un recuento de muy diversas extinciones, desde las más íntimas, como en los poemas de Jane Kenyon y C.D. Wright, hasta la sexta gran extinción, la del Antropoceno. Una antología poética de Miguel León-Portilla permite escuchar a los pueblos originarios de México hablar de la desaparición de sus lenguas, algo que da pie a las preguntas siguientes: ¿qué pasa cuando una cultura y una lengua mueren? ¿No es acaso todo un universo el que desaparece?
Resulta imposible hablar del fin del mundo sin honrar la memoria de los pueblos invadidos en nuestro continente y en otras latitudes que a su manera ya vieron acontecer aquello que nosotros tanto tememos. De esta experiencia, enfatiza el antropólogo ambientalista Carlos Mondragón, nos toca no sólo aprender sino sacar importantes conclusiones. Con esta entrega, la Revista de la Universidad de México pretende poner el dedo en una herida: nuestras acciones, nuestros hábitos cotidianos, pero también nuestra apatía, están contribuyendo de manera decisiva a la extinción de la vida en el planeta.