"Espectadora Específica" de Carmen Huízar explora su
entorno en Colotlán, Jalisco, a través de una flâneuse que
recoge referencias estéticas en un paisaje urbano marcado
por el tiempo. Las imágenes de muros y anuncios
desgastados evocan las utopías de las vanguardias del
siglo XX y proponen un arte que depende de la mirada del
espectador, moldeada por su historia y acceso visual.
Huízar cuestiona la experiencia del arte en la era digital,
subrayando que la materialidad de las obras no puede ser
reemplazada. Su trabajo refleja las contradicciones de los
ideales modernistas y sugiere la posibilidad de un nuevo
horizonte creativo que encuentra significado en la
precariedad.