En este libro, su autor sigue a una comunidad de indígenas migrantes entre Oaxaca y California para intentar comprender, a partir de su estudio, las nuevas configuraciones sociales que emergen producto de la dispersión y la fragmentación de esta sociedad. Mediante el análisis de casos etnográficos y de su contrapunto con la literatura que los ha descrito y conceptualizado, se traza una línea de reflexiones acerca de la sociedad indígena, la justicia y el Estado. Del análisis conjunto de tan diferentes mundos, en Oaxaca y California, se concluye que la distancia entre la ley y la justicia es abismal. La justicia e un bien moral que rara vez se encuentra en los tribunales y en los libros jurídicos, al contrario, allí vemos el desamparo y la separación, el abandono y la exclusión. Las nuevas generaciones de mixtecos en México y Estados Unidos, sin embargo, están lejos de ser presentadas como un pueblo que desaparece ante la influencia de la globalización. Por el contrario, este libro muestra la manera en que, luego de más de cuarenta años de vida transnacional intensa, emergen nuevas fuentes de cohesión social y nuevas rutas de construcción de sociedad.