Acercarse a la psicología desde la perspectiva interdisciplinaria de género ha llevado a las psicólogas feministas a revisar las implicaciones sociopolíticas de la investigación psicológica y colocar en una mesa de discusión temas que atraviesan la construcción de conocimiento y que suelen pasar inadvertidos por las comunidades científicas, como son los mecanismos psicosociales de discriminación hacia las mujeres, el impacto del contexto social en sus oportunidades para desarrollarse en la ciencia, las asimetrías de poder en el acceso al conocimiento y la construcción cultural de las jerarquías de género en el campo de la educación y la ciencia. De ahí la importancia de rescatar la memoria de las pioneras de la psicología en América Latina, México y Estados Unidos, cuyos aportes ampliaron el horizonte cognitivo de una comunidad científica que ha sido ciega y acrítica ante los sesgos de género que han acompañado a esta disciplina desde sus orígenes. Han sido las psicólogas feministas quienes promovieron un cambio de paradigma en la concepción de la ciencia psicológica y llevaron a replantear los valores epistémicos de la psicología y sus criterios de cientificidad. Ellas reinventaron el psicoanálisis, reformularon las teorías sobre el Juicio Moral, transformaron las concepciones y explicaciones sobre la salud mental, enriquecieron la teoría de las representaciones sociales y ampliaron los horizontes de la psicología política; con ello abrieron el camino para construir una ciencia comprometida con una sociedad más justa.