El presente ensayo explora las articulaciones semánticas, políticas y estéticas del concepto de comunidad a través del análisis crítico que permiten las imágenes cinematográficas. En el contexto fílmico latinoamericano de los años 60-70 la posibilidad de un cine político debe enfrentar varias interrogantes: ¿qué visualidad puede imaginar a un pueblo más allá de la población económica? ¿Es posible la emancipación cultural si la técnica cinematográfica resume la hegemonía del occidente eurocéntrico? ¿Las vanguardias pudieron crear un lenguaje nuevo que superara los realismos narrativos? ¿Es posible convertir una categoría filosófica en una materia sensible e iconográfica?