El color de luto para los musulmanes, el blanco, da título a esta obra en que la escritora argelina más universal convoca a sus amigos desaparecidos bajo la ola de violencia que asola su país. A través de ellos, la autora se adentra en la historia de la Argelia contemporánea, desvelando episodios hasta ahora silenciados que ayudan a comprender la guerra fratricida que desangra su país.