Vivimos una época infectada de certezas. Certezas desnudas que acogen como cierta cualquier afirmación que se ajuste a ellas, sea falsa o verdadera. Certezas vestidas de escepticismo, como en el caso de la conspiranoia, que duda de todo menos de lagran conspiración. Certezas disfrazadas de ciencia y convertidas en mercancía. Certezas, certezas, certezas, que anteponen su super vivencia a la verdad, esa tonta entrometida. Este libro, no sin ironía, fue para mí el resquebrajamiento de algunas de las propias. Aquí, Adrián Chávez pone su experiencia en la lingüística y en la divulgación al servicio de desenmarañar el entramado de fake news, teorías conspirativas y pseudociencias que pueblan el entorno digital, donde las certezas se multiplican como cabezas de Hidra. Estas páginas más que un dedo acusatorio son la pausa antes de dar clic en un titular: una exploración de qué se dice y cómo, de quién enuncia y con qué fin, de la diferencia entre malinformar y desinformar, y de cómo la posverdad se delata con la lengua. Pero no te dejes engañar Mejor aprende a hacerlo. Nada en este libro tiene fines nobles: ya sea que tengas experiencia o que quieras emprender una prometedora carrera en el mundo de la desinformación, el propósito, no lo dudes, es enseñarte cómo mentir en internet.