El derecho a la protección de la salud está consagrado en numerosos instrumentos internacionales. La gran mayoría de las personas con VIH/SIDA vive en países en desarrollo y no obtiene tratamiento. A pesar de que el principio de no discriminación es una obligación inmediata derivada del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), miles de mexicanos con el virus son discriminados. El caso de Brasil es una buena referencia a seguir.