«Semen y castigo. Díganme dónde está el semen y les diré dónde está la culpa». Un hilo tan sutil como contundente recorre los cuentos aquí reunidos: cuerpo y alma. Cuerpos y almas de mujeres y hombres que se encuentran y desencuentran, entre espejismos y malentendidos. En estas páginas, que cuaje una historia «de amor» resulta un milagro. Para la escritora, las comillas son innegociables. Catalina Murillo vuelve a mostrarnos su capacidad de analizar la psique humana. En algunos de sus cuentos se diría que despliega a los personajes en la mesa de disección. Como suele en su narrativa, a la vez que cuenta, se pregunta por el oficio de contar. De una historia a otra, nos brinda una amplia paleta de registros, épocas y espacios geográficos. En uno de los relatos, la escritora de hoy dialoga con la protagonista del pasado; en otro, nos revela cómo narró el cuento; en algunos su voz se hace muy presente; en otros, desaparece. Provocarnos, esto es lo que consigue Catalina hasta hacernos pensar: «Cómo es que me ha llevado tantos años llegar hasta mí».