Historias hay muchas; historias de la música electrónica también. Lo que distingue a la que aquí nos presenta Ariel Kyrou es, precisamente, eso: una fuga, o mejor, un implícito intento de fuga. Hoy nos encontramos en medio de un inmenso proceso de fusión de las formas musicales, un proceso en el que muchas de las oposiciones que con anterioridad nos han servido para pensar y realizar la música, pierden todo su vigor. El ethós musical que comparten la mayoría de géneros electrónicos es, de facto, el reflejo de esa fusión, la creencia firme en la disolución de las fronteras estilísticas y su puesta en práctica: «Mezclar y agitar». El Techno rebelde de Ariel Kyrou, al igual que cualquier remezcla que se precie, más que una terminada e intocable obra, supone un corte, un track más dentro de esa colección, siempre provisional e incompleta, de recursos (sónicos, en este caso) que deben ser reorganizados y conectados sin cesar a ese flujo potencialmente interminable que trae consigo ?o debería traer?, la experiencia de la creación.