La vista llega antes que las palabras, dice John Berger. Pero en los libros (álbum) ilustrados las imágenes y las palabras se reúnen para crear un lenguaje: abren una posibilidad en el horizonte porque son otra forma de mirar y otra forma de leer. ¿Qué nuevas formas de ver se desprenden de esa lectura? ¿Qué surge de las relaciones entre imagen y escritura y cómo el aliento que brota de ellas implica nuevas formas de conocimiento? ¿Cómo nos construimos, nos volvemos identidad y damos sentido a partir de ese saber? A lo largo de estos ensayos, Andrea Fuentes explora los horizontes de la mirada, visual y textual, navegando por su génesis, sentido y creación. Como una suerte de viaje, surcando los mares y lejos de la línea recta, bajo cielos a ratos llenos de estrellas y otros tantos inmensamente transparentes, insiste en una práctica de pensamiento y hondura que buscar formular preguntas y lanzar velas al viento al explorar la fuerza de la narrativa aunada a los discursos visuales, los procesos creativos y las prácticas editoriales de arte, así como la particular experiencia lectora que implican: la poética que yace en su espíritu para dar lugar a nuevas formas de imaginar, y de mirar.
«Andrea Fuentes ha dejado guijarros pulidos por todo este jardín, como los guijarros blancos que dejan los personajes de los cuentos para que, al salir la luna, les muestren el camino de regreso a casa. Sus conceptos brillan cuando sale la luna como pequeñas lucecitas a través de la oscuridad que van alumbrando el camino, y un poco a tientas revelan de a poco un susurro, un aroma, un chispazo que nos hace entenderlo todo´. Y en ese entender, volver, Andrea nos invita a preguntarnos todo. Sus cartografías son una constelación de semillas. (Adolfo Córdova)