Con la inteligente curiosidad y el lenguaje transparente y cálido que se ha mostrado en Cuerpo extraño y Cuaderno de faros, Jazmina Barrera de nuevo explora su cuerpo con la escritura, pero esta vez a través de los primeros momentos de su maternidad. Casi asistiendo a una charla íntima y familiar, que acompañan el pensamiento de la autora en la crónica de las transformaciones de su cuerpo, sus sensaciones, miedos y reacciones, mientras recorren la obra de mujeres que a través de fotografías, textos o pinturas encontraron en el arte su propio lenguaje para relatar y comprender -como madres, hijas o acompañantes- sus experiencias de gestación, alumbramiento y lactancia. Visitando las historias de las mujeres de su familia o de artistas como Tina Modotti, Frida Kahlo, Rosario Castellanos, Marlene Dumas, Mary Shelley, Ursula K. Le Guin, Virginia Woolf, Luz Jiménez, Simone de Beauvoir, Alice Munro o Margaret Atwood, la mirada lúcida y honesta de Barrera no da concesiones a la sensiblería fácil; la escritora explora las oscuridades del embarazo y hace el relato del dolor, la angustia o la felicidad con un lenguaje prístino que se asombra ante el misterio, tan común pero tan mágico, de engendrar vida. Linea nigra es la historia de una mujer cuyo cuerpo se transforma en una escritura que ella irá descifrando poco a poco, mientras que su escritura también es transformada por su cuerpo gestante.