En este poemario feroz y luminoso, Danielle Pafunda da voz a un coro de cadáveres femeninos que habitan un inframundo surrealista, donde la muerte no silencia: revela, arde y acusa. A través de un lenguaje deliberadamente pulcro y estructuras formales clásicas, la autora desgarra el velo de lo decoroso para ofrecer una visión tan cruda como profundamente femenina. Su ironía afilada y su imaginario inquietante construyen un mundo donde lo bello es impuro, lo poético es violento, y lo femenino lejano a cualquier idealización late entre huesos, lodo y deseo.