Hermetismo cristalino I. Susurro de Cenizas y Hermetismo cristalino II. Murmullo de sombras, son territorios donde cuerpo, sueño, tiempo, soledad, amor, herida, errancia, erotismo y muerte encuentran cauces que tocan la existencia, pero también llevan al pensamiento hacia el horizonte de lo abierto. Su arquitectura textual entraña pliegues donde las palabras giran y sacuden al sentido. Ambos libros oscilan entre el placer estético y la desolación. En esa encrucijada encontramos, no solo el esplendor de la palabra, sino que devenimos testigos del surgimiento de la oscura noche, donde el deseo anida y despliega sus alas furibundo. Ambos textos remiten a una cicatriz originaria y desgarran tanto la existencia como la tierra, hasta dejar desnuda y expuesta nuestra finitud de cara al vacío: El pasado, un abismo que engulle todo/ No hay c a s i en las cosas de la muerte. Aquí no hay lugar para la tibieza, se expulsa sin retorno. No hay vuelta atrás a las mediaciones. Al estar vedadas, los bordes devienen espacios de escritura y juego; no se ignoran las comarcas que guían hacia adentro, pero en los límites aparece otra cosa: Una vida ocurre al margen de lo que sabemos. El saber no alcanza a remediar la fractura originaria; de ahí que el azar insista y a su llegada, cual ola de mar, deslave los castillos de arena de toda garantía.