En sus últimas investigaciones, consagradas a la filosofía antigua, Foucault elabora una nueva imagen del sujeto. El sujeto ya no es el objeto de un conocimiento posible, no está condenado, para ser él mismo, a un desciframiento indefinido de sus pensamientos, no es ni una naturaleza espiritual ni una donación originaria de sentido: es lo que se constituye como actuante, en el mundo y con los otros, por medio de técnicas y ejercicios. Lo que se estudia entonces son técnicas de constitución de sí: técnicas de concentración espiritual, de rememoración de enunciados, de formación de sí por medio de prácticas de lectura, de escritura, de examen.
Los últimos estudios de Foucault conducen a una formulación nueva del problema político. ¿Y si las luchas de hoy no estuvieran ya dirigidas contra las dominaciones políticas, contra las explotaciones económicas, sino contra las sujeciones identitarias, los modos dominantes de subjetivación? En ese caso, la resistencia al poder debería ser buscada del lado de esta constitución ética de una relación con uno mismo. Estas son las dimensiones inéditas de la obra de Foucault exploradas en esta serie de estudios.