La labor editorial de la universidad tecnológica de la mixteca cumple una vez más al publicar los estudios presentados en la XIV semana de la cultura mixteca. Año tras año esta institución se ha convertido en el foro ideal para que se lleve a cabo actividades de carácter académico, cultural, artístico, popular y artesanal cuya empatía se conjunta para mostrar la riqueza de esta antigua civilización desarrollada entre los actuales estados de Oaxaca, puebla y guerrero. Así como a lo largo del evento se da cabida a las más variadas expresiones de los diferentes ámbitos de la realidad mixteca, también las potencias y conferencias tiene un espacio plural, en el que se presentan los más diversos temas con enfoques y metodologías particulares. Los campos o disciplinas que toman como objeto de estudio a la mixteca pueden contemplar ámbitos tan remotos en los que incluso el hombre aún no posaba un pie sobre la faz de la tierra. En efecto, estamos acostumbrados a que la arqueología, la historia o la antropología nos explique el pasado de los antiguos habitantes de la zona Ñuu Dzavaui. Pero es necesario señalar que esta vasta región no solamente fue ocupada por seres humanos, sino también por fauna pleistocénica que se vio favorecida por las condiciones ambientales que proporcionaron su presencia en esta porción de la Norteamérica continental. Justamente este volumen confluye una serie de trabajos en el que los aspectos geológicos, arqueológicos e históricos pueden ser comprendidos y motivados a partir del rescate y conservación del patrimonio nacional. Me parece que existen tres ejes principales en los ocho estudios que aquí se presentan. Primero un análisis de los restos fósiles de animales hoy extintos que ocuparon una parte importante del territorio mixteco. Segundo, la difusión de un conjunto de elementos culturales de gran valor como son las inscripciones Ñuiñes en las paredes rocosas del cerro de la lumbre de San Miguel Ixitlá y, al mismo tiempo, la importancia de la lluvia y sus representaciones iconográficas tenían para los pueblos prehispánicos que habitaron la región. Tercero, el rescate y conservación del patrimonio histórico de los pueblos mixtecos a través del apoyo que han brindado tanto particulares (profesores e investigadores) como programas específicos coordinados por el instituto nacional de antropología e historia (INAH). Todo ello con la intención de difundir y dar a conocer el rico pasado mixteco que puede llegar a tener diversas vertientes dentro del conocimiento científico y cultural.
