La escritura de Sabina Orozco se reconoce heredera de una estirpe avasallada por el amor pero consciente del deseo de romper con el linaje. En _Cosas que no contaré a mis padres_ las historias personales se espejean con la memoria familiar; acaso lo único de lo que somos realmente propietarios. Estamos ante poemas sanguíneos, fuera de la arteria, punzados por la vitalidad acuciosa de una autora inteligente y en pleno dominio de su oficio literario.
Ángel Vargas
Spinoza definía al deseo como la esencia misma del hombre. Sabina Orozco no duda en elegirlo como el tema central de este libro. Su poesía parece decirnos que el deseo erótico o no determina quiénes somos. En otras palabras: es una fatalidad.
Orlando Mondragón