«A la voz de Alicia Mares obedecen hordas de animales. Lechuzas, hormigas, cocodrilos
, seres medio vivos, medio muertos,
de formas caprichosas, que se levantan desde las ciénagas de su
imaginación para ejecutar lo que ella les pide: atravesar las paredes liminales entre la realidad y los sueños y hacernos una visita
nocturna. Como no hay mejor mezcla para degustar que la narración sazonada de poesía, esta autora teje y desteje a voluntad
un discurso de araña que nos va abrazando hasta tenernos justo
donde nos desea: temblando, a punto de ser devorados. Alicia
es una narradora de cuidado que sabe el nombre verdadero del
mundo. Dice cuento con una voz infantil y perversa. Entonces
el cuento se manifiesta.»
Solange Rodríguez Pappe