Fuimos testigos y actores de uno de los laboratorios vivos más interesantes de los futuros en Latinoamérica que, 30 años después, nos deja muchos saldos y aprendizajes. A este respecto, Sergio Hernández logra dar cuenta de algunas de las historias de amor que sucedieron en ese laboratorio de formas de vida, amores unas veces acelerados, cancelados otras por la guerra contrarrevolucionaria.
Cada historia es una ventana y otra ventana y otra más, de las tantas historias de amor tejidas en la Revolución Sandinista, desde la voz de los extranjeros que, como el autor, nos incorporamos y acompañamos el proceso de vida de manera indistinta a cualquier nicaragüense; estas historias se cuentan, con la virtud que muestra la narrativa de Sergio Hernández, desde la mirada que se sorprende, que se conmueve y desde la actitud de aquellos que nos integramos, como si fuéramos a vivir para siempre en las Segovias.
Algunos de nosotros seguimos en contacto, a pesar de vivir en diferentes países y continentes y regiones de México, pero para todos, como atestigua la narrativa de este libro, nuestra vida supuso, con absoluta certeza, un antes y un después, y fue una experiencia constitutiva de nuestras vidas.
28 historias de amor en Nicaragua y una explicación desesperada, permite conocer las voces y ecos de una revolución como la Sandinista, en los primeros años de transformación planteada, y que nos muestra lo que todavía hoy continúan siendo cuestiones vitales para nuestros pueblos.
Eurídice Sosa