El 27 de septiembre de 1974, la niña Ana María Rivarola, Anita, pidió permiso a su maestra para ir al baño; nunca regresó.
La encontraron violada y muerta en la escalera que llevaba al campanario de la Iglesia San Marcelo, de Don Torcuato, en la Provincia de Buenos Aires.
En ese tiempo, Argentina registraba días de gran convulsión. Perón había muerto y su viuda ejercía la Presidencia de la Nación en medio de una violencia política inusitada
Tal vez por eso, el crimen de Anita quedó impune.
Cuarenta años después, Sonia Almada retomó el caso y se puso a investigar qué pasó con Anita Rivarola. El resultado de esa investigación es un libro crudo y apasionante que busca justicia no solo para Anita sino también para otros tantos niños y niñas que sufren violencia y maltrato ante la indiferencia de la sociedad.
Este libro tiene un prólogo de María Rosa Lojo.